Se está poniendo caliente y sudoroso esta noche en el club de sexo gay. Un bribón ha llegado buscando servir a un tipo o dos y cuando ve a un tipo alto y masculino con tatuajes y músculos está feliz de ponerse de rodillas para servir su polla. Se convierte en un juguete para el semental peludo que decide exhibirlo por el club, exponiéndolo como un trofeo. El sumiso se deja acariciar por la multitud y no puede esperar a que le follen el culo...